En el sector de supermercados y tiendas de conveniencia existe un importante número de productos que son muy sensibles al robo o la pérdida (merma) de forma que deben estar localizados cerca de la línea de cajas, supervisados continuamente o bajo un sistema de control con llave o sistemas de seguridad. Todo esto supone dificultar el proceso de venta y además de las ventas perdidas, se disuade al cliente de su compra.
Con este sistema se aprovecha la venta por impulso, se mantiene el control de producto, la gestión del inventario optimizada y continuamente actualizada y se eliminan las mermas aumentando la rentabilidad del punto de venta y la satisfacción del cliente.